martes, 11 de octubre de 2011

BUENAS FOTOS

Jardín de la Casa JARDIN DE LA CASA 


Vista Columnas  VISTA COLUMNAS 


Vista Exterior Jardín de la Casa  VISTA EXTERIOR JARDIN DE LA CASA 


Exposición Pasillo Principal de la Casa  EXPOSICION PASILLO PRINCIPAL DE LA CASA


Salón de los Retablos  SALON DE LOS RETABLOS 


Otras Joyas presentes en el Salón de los Retablos OTRAS JOYAS EN EL SALON DE LOS RETABLOS 


Escalera acceso al segundo piso  ESCALERA DE ACCESO AL SEGUNDO PISO 


Vista celosia traída de Villa de Leiva  VISTA CELOSIA TRAIDA DE VILLA DE LEIVA


Segundo Piso Casa  SEGUNDO PISO CASA 

CASA DEL ESCRIBANO "DON JUAN DE VARGAS



Una de las bellas mansiones de Tunja, con supervivencias hispánicas es la Casa del Escribano Don Juan de Vargas, que es sede del Museo Colonial, y una de las más visitadas por el Turismo Internacional.

Don Juan de Vargas llegó al Nuevo Reino de Granada con su padre Don Diego de Vargas. En el año 1585 inició su oficio de Escribano de Tunja, hasta su muerte en el año 1620. 

Con el Cronista Juan de Castellanos influyó decisivamente en el proceso cultural de la ciudad en los finales del Siglo XVI y primeros del XVII. Su casa fue albergue de numerosos visitantes ilustres que llegaban a Tunja de diversa procedencia.

La construcción de La Casa del Escribano se realizó en los finales del Siglo XVI. Según la descripción arquitectónica de Santiago Sebastián:

"Esta casa es la más interesante y rica de la ciudad, porque une a su valor arquitectónico el pictórico. Data el último cuarto del Siglo XVI. Tiene el ingreso a un lado y patio claustreado en un solo costado; la galería del primer piso presenta arcos de medio punto ligeramente peraltados, y la del segundo es adintelada. Las bases de las columnas inferiores muestran todavía el recuerdo del gótico isabelino en las típicas bolas abulenses, que vuelven a repetirse en los esquemáticos capiteles, alternando con rosetas; sus capiteles, esquemáticos, bárbaros y caprichosos, nos recuerdan algunas improvisaciones de los canteros prerrománticos. Las columnas de la galería superior apoyan sus bases áticas en plintos cerrados; los capiteles pretenden ser compuestos, pero son muy toscos; parecen tener el vaso estriado, con volutas muy rudimentarias". (Álbum de Arte Colonial de Tunja, Santiago Sebastián).

Una de las bellezas de la Casa de Don Juan de Vargas es el jardín de estilo andaluz, con su fuente en el centro y el ángulo con la escalera. 

En los salones del piso superior se encuentran las decoraciones manierista s de las techumbres, en la misma forma que en las Casas del Fundador y del Cronista. 

En los murales de las techumbres encontramos las figuras del rinoceronte, el elefante, alegorías, figuras mitológicas, escudos, animales y anagramas cristianos que se distribuyen por el harnuelo y las jaldetas. 

Las diosas Diana y Minerva y el Dios Júpiter están rodeados de grutescos y guirnaldas. Estas figuras son expresiones del «Manierismo» con grabados copiados fiel artista holandés Leonard Thiry, Alberto Durero y otros Cliché sirvieron de modelos para los murales. Aparecen en el artesonado el escudo del Escribano Don Juan de Vargas, que se describe así: 
En el primer cuartel, con banda de gules, siete estrellas de plata y tres cabezas de sierpe. En el segundo cuartel, una cabeza de jabalí con pendón, saliendo de una caldera. El tercer cuartel es borroso, y el cuarto, con banda de gules, león rampante y tres bandas de oro. Por timbre un yelmo. El monograma de Cristo ocupa lugar principal.

En el Museo de la Casa del Escribano se encuentra una exhibición permanente con diferentes piezas, representativas de la producción artística y artesanal de los Siglos XVI - XIX, con esculturas, pinturas de caballete, mobiliario, cerámica y porcelana y otros. Se conserva la cocina colonial, con su gran chimenea cónica y utensilios domésticos.

Esta casa de supervivencias hispánicas ha sido restaurada varias veces: En el año 1952, con la intervención del Maestro Luís Alberto Acuña y artistas españoles; posteriormente en los años 1980 y 1987. Actualmente es administrada por el Instituto de Cultura de Boyacá.

Características Arquitectónicas y Artísticas de la Casa de Ruiz Mancipe

Es una típica Casa de estilo arquitectónico del BARROCO por la mezcla de estilos. La portada es característica de fieles del siglo XVIi es de estilo herreriano, es adintelada.
Sobre la portada de la Casa Ruiz Mancipe expresa el historiador del arte Santiago Sebastián:
"La portada de la mansión es adintelada, según norma corriente en la ciudad. La severidad herreriana contrasta con las columnas platerescas del patio. 


El frontón está desproporcionado y falto de relieve; parece no ser obra del artista que trabajó la parte interior. En la pirámide central reza la fecha de 1597, que debe corresponder a la terminación de la obra.  Lo más interesante radica en la concepción anticlásica del entablamento de clara estirpe manierista, lo mismo que el recuadro que hay en el dintel. La embocadura de la puerta es de sabor arcaizante".

El interior de la Casa es relievante arquitectónicamente por su bello patio, el cual tiene doble galería en los cuatro lados: la inferior con arcos y la superior adintelada. 


Los soportes octogonales de la galería inferior -dice Santiago Sebastián- que están provistos de gruesos cimacios, los alfices y los listeles paralelos, declaran el estilo mudéjar de esta mansión.  En la parte superior aparecen las columnas estriadas de estilo plateresco, con capiteles bárbaros que evocan los órdenes corintio y compuesto; las bases se decoran con zarpas sobre los ángulos del plinto.  Los capiteles se coronan ábaco s que apoyan las zapatas en las que descansa el dintel de madera. Lo más curioso de la galería superior radica en una columna que tiene el fueste recubierto de grutescos a la manera plateresca.  Los temas son trofeos, como alusión al constructor de la Casa, el Capitán Antonio Ruiz Mancipe; su repertorio es corriente de los va

sos, los cuernos de la abundancia y de los delfines dispuestos en eje de candilieri. 


El capital de la columna plateresca de la Casa de los Ruiz Mancipe, muestra la cabezas de un animal que parece ser un simio, con guirnalda vegetal en la boca.


OTROS ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA MANSIÓN RUIZ MANCIPE

Esta casa del Capitán Antonio Ruiz Mancipe fue dejada en testamento para renta de la Capilla de la Vera-Cruz, que es llamada "CAPIUA DE LOS MANCIPE" en la Iglesia Catedral. 

El Capitán Antonio Ruiz Mancipe instituyó como patronos de su capilla y capellanía a los descendientes legítimos de su hija natural Francisca Ruiz, quien se casó con Don Alonso de Riaño, de cuyo matrimonio nació Don Cristóbal Riaño, según las investigaciones realizadas por el historiador Ulises Rojas, la Casa fue de propiedad de la familia Riaño y posteriormente del Dr. Dustano Gómez y de la familia Zubieta hasta el año 1991 cuando fue adquirida y restaurada por la entidad financiera GRANAHORRAR.

CASA DE RUÍZ MANCIPE

Una de las mas bellas, mansiones coloniales, construida en Tunja en los finales del siglo XVI, es la CASA DE RUIZ MANCIPE, típica del BARROCO en la Arquitectura civil hispanoamericana, caracterizada por la mezcla de estilos, en donde encontramos elementos del herreriano, el plateresco, el mudéjar, el protorrenacimiento y otros.

La casa perteneció al Capitán Antonio Ruíz Mancipe, quien fue Alcalde de Tunja en los años 1591, 1601 Y 1606.




Existe la fecha de 1597 en la parte superior de la hermosa portada de piedra, que señala la culminación de la construcción de esta linda casa colonial.

La familia Ruiz llegó al Nuevo Reino de Granada en la Expedición de la Hueste conquistadora del Licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada.  Esta familia era de procedencia andaluza. Don Pedro Ruiz Herrezuelos, natural de Córdoba, acompañó al Capitán Gonzalo Suárez Rendón  en la fundación de Tunja, en donde se radicó y recibió un solar para la construcción de su residencia; recibió la Encomienda de Panqueba y Cuscaneba.


En la fundación de Tunja también participó el conquistador Pedro Ruiz Corredor, quien se avecinó en la nueva ciudad y construyó su casa; participó en las luchas contra el Cacique Tundama; recibió la Encomienda de Oicatá; fueron sus hijos Miguel Ruiz Corredor, Alférez de Tunja y Doña María Ruiz Corredor, esposa del Regidor de Tunja, Don Alonso Sánchez Marchán.


El Conquistador Cristóbal Ruiz también participó en la fundación de Tunja; era natural de Córdoba (España); recibió la Encomienda de Chocontá y posteriormente la Encomienda de Teusacá, que disfrutó hasta su muerte.

El Encomendero Don Pedro Ruiz García fue Alcalde de la ciudad de Tunja en 1557 y 1573. Fue precisamente él quien tomó la iniciativa de hacer una capilla en el templo de Santiago el Mayor; esta capilla fue iniciada en el año 1569 y culminada por su hijo ANTONIO RUIZ MANCIPE.  Así se construyó una de las mas bellas capillas de la Catedral de Tunja llamadas "Capilla de los Mancipes", echa con una gran riqueza en sus tesoros artísticos. 

Allí encontramos el Retablo del Calvario, una de las más bellas obras del Bajo Renacimiento Sevillano. Cuentan las crónicas coloniales que Don Antonio Ruiz Mancipe enamoró de la sobrina del Cacique de Toca, bautizada con el nombre de Antonia Liñán.  Por ello, los derechos de mayorazgo fueron puestos en tela de juicio. Sin embargo, el Capitán Antonio Ruiz Mancipe ganó su pleito ante la Real Audiencia de Santafé, e hizo la promesa de terminar de ornamentar la famosa capilla de los Mancipe de la Catedral que había dejado empezada su padre. 

Una vez terminada, el 26 de julio de 1598 se otorgó escritura de donación de la Capillanía que tenía como renta su casa, una de las mas bellas e importantes de la ciudad.

MAS FOTITOS ACERCA DE ESTA CASA

   AUDITORIO Y RELIQUIAS
       PINTURA DE DON ROJAS PINILLA

PATIO DE LA CASA
   BIOGRAFIAS Y RETRATOS - ALCALDES TUNJA  

CASA CULTURAL " GUSAVO ROJAS PINILLA "


Casa Cultural "Gustavo Rojas Pinilla"
La Casa Cultural Gustavo Rojas Pinilla, es una Corporación Municipal descentralizada sin ánimo de lucro, creada por el Acuerdo N°. 68 de 1981, presentada ante el Consejo municipal, con Personería Jurídica de la Gobernación de Boyacá, mediante Resolución 0077 del 26 de julio de 1986.

En la actualidad la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, administra en comodato la CCGRP, con el fin de contribuir al desarrollo de la cultura y las expresiones artísticas, académicas y científicas de Tunja y del Departamento. mediante Ley 50 de 1986 fue declarada Monumento Nacional.

La CCGRP como Museo Histórico y unidad administrativa de la UPTC, comparte la misión y visión de los museos en general y de la UPTC en particular. La cual la hace una Institución que presta servicios y actividades de extensión a la comunidad, con lo anterior, tiene como misión la transformación y desarrollo de la sociedad colombiana, mediante la exaltación de los valores culturales, pilares de la proyección histórica de Boyacá.

lunes, 10 de octubre de 2011

CONSTRUCCION DE LA CASA HOLGUIN


En los fines del siglo XVI fueron construidas varias mansiones para la residencia de los encomenderos, escribanos, alcaldes, regidores y demás personajes del estamento superior de la sociedad española en Tunja.

Entre ellas la Casa deDon Jerónimo Holguín, quien en 1592 fue Alcalde Ordinario de la ciudad de Tunja. 

Esta mansión fue de la familia Holguín en los siglos del coloniaje hispánico. La Casa de la familia Holguín representa una síntesis de los estilos castellano y andaluz en la arquitectura civil de Nuevo Reino de Granada en el siglo XVI.

Es una de las supervivencias más representativas de la vivienda neogranadina del siglo XVI junto con la Casa del Fundador de Tunja, la Casa del Beneficiado Don Juan de Castellano, la Casa del Escribano Don Juan de Vargas, la Casa de Don Bernardino de Mujica, la Casa de Antonio Ruiz Mancipe y otras.

La ciudad de Tunja es la única ciudad de la Provincia que puede presentar ejemplos importantes de la vivienda en el siglo XVI.

La Casa de los Holguín representa una mansión colonial con grandes espacios, como fue costumbre entre las construcciones españolas de los estamentos superiores en las colonias americanas.





Fue construida con maestros de obra española y con gran cantidad de constructores indígenas, como era común en las construcciones de las viviendas hispánicas en el Nuevo Reino de Granada.

 Esta mansión colonial de dos pisos, fue construida en tapia pisada, con cimientos de piedra y cal. Sus aleros que semejan grandes golas egipcias, son únicos en las viviendas del Altiplano Cundiboyacense, y según parece, se inspiraron en formas usadas en algunos lugares de Castilla la Vieja.

Las tejas de barro para cubrir la casa son las típicas españolas, con orígenes romanos y árabes. Los pisos de la segunda planta y las cubiertas tenían esterilla de cañuelas

Según las costumbres sobre la vivienda en la época colonial, en las casas de dos pisos como la Casa de los Holguín, hoy Club Boyacá, el primer piso era para la servidumbre y para los depósitos de productos: almacenamiento de trigo, maíz y otros.

En la segunda planta se localizaban los dormitorios, el salón social, el oratorio, la cocina, el comedor y costurero: era el lugar propio para la familia.

La Casa de los Holguín tiene amplios zaguanes, solares y gran portada: manifiesta el gusto de sus dueños por la amplitud de los espacios y la fácil comunicación.


Uno de los valores más significativos de la Casa, hoy 
Club Boyacá

Según el crítico de arte y de la arquitectura, el español 
Santiago Sebastián:
"Edificada hacia 1592, tiene uno de los tipos de portada mas equilibrado de la ciudad. Alvano rectangular lo encuadran columnas toscanas de fuste estriado, sobre basamentos.

Las retropilastras han desaparecido absorbidas por el muro en la parte interior. En entabla mento recuerda el de la portada del antiguo
 Convento de Monjas Carmelitas, 

HISTORIA

Casa de los Holguin

Los Holguín llegaron al Nuevo Reino de Granada en la época de la Conquista Hispánica. En el grupo expedicionario de Nicolás de Federmán llegó a estas tierras el sargento mayor Don Miguel Holguín de Figueroa, quien fue uno de los principales pobladores de Tunja y posteriormente encomendero de Tibasosa, de este encomendero parte el tronco principal de la familia Holguín en la Provincia de Tunja.
Otra rama de los Holguín llegó con la expedición de Sebastián de Belalcázar a la ciudad de Popayán y se extendió en el occidente colombiano.

La familia de los Holguín llegó a América, procedente de España y según parece, sus orígenes más remotos se encuentran en Francia, según la tradición familiar.

Los Holguín se establecieron en Andalucía y Extremadt¡ra, en donde jugaron y derrocharon su hacienda.

Sin embargo, con carácter belicoso y emprendedor, se apoderaron del puerto del Muradal, y allí, fortificados en los vecinos y fragosos montes en frontera de los moros, salían a menudo al camino que de Castilla conducía a Córdoba y Granada, donde cautivaban a cuanto moros y cristianos se oponían a sus conquistas "sustentándose de la espesura y quedando prácticos en la guerra, fuertes y sufridos de trabajos, valientes y tan atrevidos, que el Rey de Castilla no ha podido, aunque lo ha procurado consumidos".

Hacia el siglo XIII la familia de los Holguín tenía un gran poderío, que era perseguido por los
 Reyes Españoles, pues en numerosas mercedes concedidas a varios nobles, se encontraba la orden de guerrear a lo Folfines o sean los Holguines. 

El
 Rey Don Alfonso el Sabio sometió a los Holguín y les dio repartimientos, quedando incorporados en forma definitiva a la aristocracia española. 
El historiador 
Juan Flórez de Ocáriz en su obra "Genealogía del Nuevo Reino de Granada" señala a los Holguín que llegaron a América, como "hijosdalgos de sangre" y les atribuye también un primitivo origen francés".

Algunos miembros de la familia Holguín se destacaron en la Conquista Española de América; uno de ellos, 
García de Holguín, hizo prisionero a Cuautemoc, el último jefe del Imperio Azteca, hecho que aseguró la conquista definitiva de México por las huestes españolas de Hernán Cortés; en la misma forma, el español Juan de Holguín fue uno de los propulsores de la región minera de la Provincia de Chihuahua en México. 

Otro de esta familia, 
Don Pedro Alvarez de Holguín, compañero de Francisco Pizarro en el Perú, redactó un interesante manuscrito sobre la conquista de los Incas; igualmente Don Diego González y Holguín fue el autor del vocabulario de la Lengua Quechua.

En Cuba fue fundado el pueblo de Holguín, el cual perpetuó en su nombre a esta ilustre familia.

CASA DE LOS HOLGUIN

Por la época de la conquista, arrivaron a Tunja la familia Holguín, la cual tiene sus orígenes en Francia, dentro de ellos el Sargento Mayor Miguel Holguín de Figueroa, quien posteriormente se convirtió en uno de los más memorables moradores de la ciudad, el Sargento después se convirtió en encomendero de Tibasosa.

Después de su llegada la familia Holguín se convirtió, en una familia reconocida en la región, por la participación en la Conquista Española de América; García de Holguín, tomó como prisionero a Cuautemoc, el último jefe del Imperio Azteca, hecho, que aseguró la conquista definitiva de México por las compañias españolas de Hernán Cortés; asimismo, el Juan de Holguín impulsó la región minera de la Provincia de Chihuahua en México.

Don Pedro Álvarez de Holguín, compañero de Francisco Pizarro en el Perú, redactó un interesante manuscrito sobre la conquista de los Incas; igualmente Don Diego González y Holguín fue el autor del vocabulario de la Lengua Quechua.

Esta casa tan  representativa en la historia tiene amplios zaguanes, solares y gran portada, mostrando así el gusto hacia los espacios amplios, por los moradores de esta bella morada.

En esta casa funciona hoy 
el Club Boyacá, en su fachada, labrada en piedra, se considera uno de los tipos más equilibrados en la arquitectura civil de Tunja en el siglo XVI.



EL ARTE EN LA CASA DEL FUNDADOR


En los artesonados del salón principal y del salón contiguo existen figuras de animales de varias especies, flores, árboles, cornucopias con frutos y otros elementos y símbolos propios del Manierismo.

Esta corriente artística, entre el Renacimiento y elBarroco se originó en Italia y se difundió en Europa y el Mundo en la segunda mitad del siglo XVI y primera del XVII.

Los Manieristas se dedicaron a las pinturas de los techos y recibieron la influencia de Miguel Angel; ellos buscaron la expresividad y se complacieron con lo insólito, lo desconcertante, artificioso y exótico. Pintaron seres mitológicos, animales simbólicos, plantas exóticas, seres monstruosos y vegetales.

El Manierismo se presenta en la Casa del Fundador con pinturas al temple sobre pañete de yeso. Algunos dibujos siguieron el modelo de ilustraciones impresas que por entonces se divulgaron en el mundo hispanoamericano.
  
Elefantes del pintor flamenco Giovanni Stradanus, genios alados de Marc Duval, figuras de la mitología greca-romana y entre ellas, los dioses Júpiter, Minerva y Diana, mezclados con animales exóticos: Rinocerontes, elefantes, caballos y otras figuras zoomorfas y antropomorfas.



Las pinturas manieristas de los techos fueron realizadas en los años del segundo matrimonio de Doña Menda de Figueroa con Don Juan Núñez de la Cerda.

Se encuentra el escudo de armas de la familia Nuñez, un escudo circular y cuartelada con una flor de lis y un león rampante en medio de las cuarteles.

En otro escudo aparecen los símbolos de alianza y matrimonio del Capitán Miguel Suárez, hijo mayor de Don Gonzalo, quien se casó con Doña Beatriz de Alencastro; en el cuartel de honor se ven dos torres de piedra y saliendo del homenaje de cada una, un águila de sable que eran las principales armas de Súarez Rendón, y en el segundo cuartel, seis roeles puestos de dos en dos, que son las armas de los Castro.

Entre los animales pintados en las techumbres, aparece el mono, símbolo de lo artificial; el venado, animal propio de la región cundiboyacense y característico de las cacerías; el elefante, símbolo de la mansedumbre, la fuerza y la templanza; el rinoceronte, símbolo de la fuerza y el poder del dueño de casa.

También se presentan monos, tigrillos, ciervos, jirafas, camellos, caballos, toros y árboles diversos. No aparece el escudo de Suárez Rondón y se encuentra una cacería del ciervo a cargo de un lancero del siglo XVII.

Estas pinturas fueron escondidas hasta el año 1964 por un cielo raso construido en el siglo XIX; la restauración se hizo entre este año y 1969.