Esta mansión colonial presenta el sello castellano característico de la arquitectura civil tunjana.
Hacia 1570 se consideraba como una de las más lujosas casas del Nuevo Reino de Granada; según el conquistador Luis Lancheros, la decoración con mármoles y capiteles de esta casa era reflejo del lujo renacentista, aun cuando sin gran exceso, ni notorias comodidades.
La Casa del Fundador es una mansión colonial de dos pisos, con un patio central claustrado en dos de sus lados, formando una "ele" abierta hacia la vista del valle de Tunja, cuya panorámica se divisa desde las galerías de la segunda planta.
Las galerías bajas tienen arcos sobre columnas de piedras, y en el piso superior, arquitrabes de madera sobre zapatas de más proyección que descansan en columnas de fuste corto y estriado. Según el historiador del arte, Marco Dorta, la influencia mudéjar andaluza se manifiesta en los alfices que encuadran los arcos.
Una de las bellezas de esta mansión es la amplia escalera claustral que da acceso a la planta alta y la cual arranca de un ángulo del patio.
La segunda planta de la Casa del Fundador era la más importante para la familia. Allí se localizaban los dormitorios de la familia del Fundador; el salón social lujosa mente adornados con paños finos de pared y unos escudos en ellos, los cuatro estandartes del Capitán Gonzalo Suárez Rendón como recuerdo de sus campañas y conquistas.
En la Casa del Fundador se alojaban los principales personajes españoles que llegaban a Tunja; allí llegaron los conquistadores Jerónimo de Lebrón, Don Alonso Luis de Lugo, Hernán Pérez de Quesada y Don Pedro de Ursúa.
Allí se ubicó también el despacho principal del Nuevo Reino de Granada, cuando el Capitán Suárez Rendón ejerció dos veces el gobierno supremo por ausencia de Jiménez de Quesada y de Hernán Pérez.
Hacia 1570 se consideraba como una de las más lujosas casas del Nuevo Reino de Granada; según el conquistador Luis Lancheros, la decoración con mármoles y capiteles de esta casa era reflejo del lujo renacentista, aun cuando sin gran exceso, ni notorias comodidades.
La Casa del Fundador es una mansión colonial de dos pisos, con un patio central claustrado en dos de sus lados, formando una "ele" abierta hacia la vista del valle de Tunja, cuya panorámica se divisa desde las galerías de la segunda planta.
Las galerías bajas tienen arcos sobre columnas de piedras, y en el piso superior, arquitrabes de madera sobre zapatas de más proyección que descansan en columnas de fuste corto y estriado. Según el historiador del arte, Marco Dorta, la influencia mudéjar andaluza se manifiesta en los alfices que encuadran los arcos.
Una de las bellezas de esta mansión es la amplia escalera claustral que da acceso a la planta alta y la cual arranca de un ángulo del patio.
La segunda planta de la Casa del Fundador era la más importante para la familia. Allí se localizaban los dormitorios de la familia del Fundador; el salón social lujosa mente adornados con paños finos de pared y unos escudos en ellos, los cuatro estandartes del Capitán Gonzalo Suárez Rendón como recuerdo de sus campañas y conquistas.
En la Casa del Fundador se alojaban los principales personajes españoles que llegaban a Tunja; allí llegaron los conquistadores Jerónimo de Lebrón, Don Alonso Luis de Lugo, Hernán Pérez de Quesada y Don Pedro de Ursúa.
Allí se ubicó también el despacho principal del Nuevo Reino de Granada, cuando el Capitán Suárez Rendón ejerció dos veces el gobierno supremo por ausencia de Jiménez de Quesada y de Hernán Pérez.
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