Por la época de la conquista, arrivaron a Tunja la familia Holguín, la cual tiene sus orígenes en Francia, dentro de ellos el Sargento Mayor Miguel Holguín de Figueroa, quien posteriormente se convirtió en uno de los más memorables moradores de la ciudad, el Sargento después se convirtió en encomendero de Tibasosa.
Después de su llegada la familia Holguín se convirtió, en una familia reconocida en la región, por la participación en la Conquista Española de América; García de Holguín, tomó como prisionero a Cuautemoc, el último jefe del Imperio Azteca, hecho, que aseguró la conquista definitiva de México por las compañias españolas de Hernán Cortés; asimismo, el Juan de Holguín impulsó la región minera de la Provincia de Chihuahua en México.
Don Pedro Álvarez de Holguín, compañero de Francisco Pizarro en el Perú, redactó un interesante manuscrito sobre la conquista de los Incas; igualmente Don Diego González y Holguín fue el autor del vocabulario de la Lengua Quechua.
Esta casa tan representativa en la historia tiene amplios zaguanes, solares y gran portada, mostrando así el gusto hacia los espacios amplios, por los moradores de esta bella morada.
En esta casa funciona hoy el Club Boyacá, en su fachada, labrada en piedra, se considera uno de los tipos más equilibrados en la arquitectura civil de Tunja en el siglo XVI.
Después de su llegada la familia Holguín se convirtió, en una familia reconocida en la región, por la participación en la Conquista Española de América; García de Holguín, tomó como prisionero a Cuautemoc, el último jefe del Imperio Azteca, hecho, que aseguró la conquista definitiva de México por las compañias españolas de Hernán Cortés; asimismo, el Juan de Holguín impulsó la región minera de la Provincia de Chihuahua en México.
Don Pedro Álvarez de Holguín, compañero de Francisco Pizarro en el Perú, redactó un interesante manuscrito sobre la conquista de los Incas; igualmente Don Diego González y Holguín fue el autor del vocabulario de la Lengua Quechua.
Esta casa tan representativa en la historia tiene amplios zaguanes, solares y gran portada, mostrando así el gusto hacia los espacios amplios, por los moradores de esta bella morada.
En esta casa funciona hoy el Club Boyacá, en su fachada, labrada en piedra, se considera uno de los tipos más equilibrados en la arquitectura civil de Tunja en el siglo XVI.
Soy descendiente de esta flia.
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